como funciona una vacuna

¿Cómo funciona y actúa una vacuna?

¿Sabes cómo funciona una vacuna? Las vacunas se utilizan para reforzar el sistema inmunológico y prevenir enfermedades graves o potencialmente mortales.

Antes de que existieran las vacunas, las personas eran hospitalizadas o morían por algunas enfermedades que hoy en día están controladas e incluso erradicadas.

Y es que las vacunas son uno de los mayores éxitos de la medicina. Las vacunas están compuestas por gérmenes o por las toxinas producidas por ellos, que son manipulados en laboratorios para que no puedan ocasionar la enfermedad que transmiten, pero que a su vez mantengan su capacidad para generar una respuesta controlada por nuestro sistema inmunológico.

Lo cierto es que a casi nadie le gusta ponerse una vacuna: la inyección, el dolor en el brazo, molestias…

Pero si no fuera por ellas nuestra esperanza de vida se vería reducida de forma considerable. Son una de las principales causas de la mejora de la salud y la calidad de vida del ser humano. Pero, ¿Cuál es el mecanismo de acción de las vacunas en nuestro cuerpo? ¿Cómo funcionan las vacunas?

¿Qué son y cómo actúan?

La OMS (Organización Mundial de la Salud) aplica el concepto de vacuna a cualquier preparación destinada a generar inmunidad contra una enfermedad estimulando la producción de anticuerpos.

El método más habitual para administrar las vacunas es la inyección, aunque algunas se administran con un vaporizador nasal u oral.

En 1796, el científico inglés Edward Jenner fue el primero en desarrollar una vacuna para luchar contra la viruela. Gracias a sus experimentos y a los progresos hechos posteriormente, las vacunas se siguen desarrollando y perfeccionando en la actualidad.

Los seres humanos somos “atacados” continuamente por patógenos causantes de enfermedades: virus, bacterias, hongos… conocidos como antígenos.

Entendemos por antígeno toda sustancia que ataca nuestro organismo y que obliga a éste a defenderse.

Nuestro cuerpo cuenta con mecanismos para defenderse y responder si es atacado o invadido por estos antígenos.

Uno de los medios con los que contamos para defendernos es el sistema inmunológico, el cual generará una respuesta de ataque contra el microorganismo invasor.

Que debes saber sobre las vacunas

La respuesta consistirá en generar anticuerpos específicos contra el organismo invasor. Los anticuerpos son elementos de la sangre capaces de identificar y neutralizar cualquier agente extraño (antígeno).

Incluso después de haber hecho su trabajo, estos anticuerpos no desaparecen, permanecen en la sangre pendientes de un nuevo ataque.

Por ello, si una persona pasa el sarampión, nunca más la vuelve a padecer, sin importar vuelva a tener contacto con el virus.

Otra característica de los anticuerpos es su especialidad, si fueron creados como respuesta al virus de la varicela, no van a funcionar contra el sarampión. Una de las mejores cosas de nuestro sistema inmunitario es su “memoria”.

Cuando un microorganismo entra por primera vez en nuestro cuerpo genera una respuesta (anticuerpos) para acabar con él.

De este modo, la próxima vez que sea invadido por el mismo patógeno, nuestro cuerpo recuerda cómo debe eliminarlo y su respuesta será vez es más rápida y eficaz.

beneficios de la vacuna

Las vacunas son funcionales

Son demasiados buenas pues nos ayudan a no contraer alguna enfermedad y nuestro cuerpo sea más resistente a algunas enfermedades.

Hoy en día existen muchos medicamentos que nos ayudan a disminuir las enfermedades como Theraflu que es uno de los más completos, pero siempre es bueno tener todas las vacunas.

Pues de esta manera el riesgo de que tu enfermedad sea más fuerte va a disminuir y será mucho más fácil recuperarte.

Por qué necesitamos las vacunas

Tras el nacimiento y durante unas semanas, los bebés están protegidos contra algunos microbios causantes de enfermedades.

Esta protección es transmitida por la madre a través de la placenta antes del nacimiento. Después de un corto tiempo, esta protección natural desaparece.

Las vacunas ayudan a proteger a los bebés, los niños y los adultos contra muchas infecciones que solían ser mucho más comunes.

Tétanos, difteria, paperas, sarampión, tos ferina, meningitis o poliomielitis, son algunos ejemplos de enfermedades serias y que podrían resultar mortales mortales o llevar a discapacidades de por vida. Gracias a las vacunas, todas estas enfermedades ahora son infrecuentes.

Cuantas más personas, especialmente niños, se vacunen en una comunidad menor es la probabilidad de que enfermen, incluso aquellos a los que no se ha vacunado.

A este fenómeno se le denomina vacunación “colectiva” y es especialmente eficaz con las enfermedades extremadamente contagiosas, como el sarampión. Por ello es importante seguir las recomendaciones del médico o pediatra y tener el calendario de vacunas en regla.

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